Españoles por el mundo

– Son las siete de la tarde. ¿Cuándo narices llegará la española? Le tengo preparado un arrocico para la cena que me va a amar por siempre jamás.

[…]

– Uy, las siete y veinte. Voy a bajar a poner la secadora.

[…]

– Eh! Un taxi llega. Tiene que ser la española. Y yo en pijama y con el jersey de «My dad will kill you». Buena forma de hacer amigos, Amaia. Eres amazing oportuna a la hora de elegir la ropa.

….

– Ey! ¿Eres Isabel?

– Hola! Encantada!

Y así comenzaron tres meses de locuras, broncas en estéreo y noches de cervezas y patatas.

Y ya se ha ido.

Echo de menos al diablillo rojo. No puede ser que llegue a casa, grite IZABEEEEEEEEEEEEEEEEH! y no me conteste nadie. ¿Pero qué pasa aquí?, ¿a quién voy a echarle yo la bronca ahora?, ¿quién me va a dejar besos en la puerta?

VUELVEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE JAPUTILLA.

Ahora nadie se queda con los platos, ni sale corriendo a rebozarse en el jardín.

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Jamie se ha ido. Ni la hemos visto. Nos fuimos a España y se fue una hora antes de que volviésemos. Al menos le dijimos adiós hace una semana. Esa rubia loca que se hace pasar por el perro de la familia. La que tiene alergia a los lácteos. Algo que siempre se nos olvida a Izabéh y a mí cuando vamos a cocinar. Vaya familia esta…

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Estamos a cinco de junio. Ya estoy asentada en Pamplona. Lo anterior lo escribí hace más de un mes, cuando mi pelirroja se marchó para no volver. Qué trágico suena todo. Ay, y cómo la he echado de menos. Yo y toda la casa. Las terremotos españolas no volvieron a ser las mismas, no sin nuestra IZABEH.

Ha sido un mes movidito. Isabel se fue el 2 de mayo, y la última semana la aprovechamos a tope. Digamos que Katelyn, Isabel y yo no nos despegamos en toda una semana. Ni pa’l baño. Bueno, pa eso sí, pa qué engañarnos. Y cuando se fue la casa quedó en silencio. Con razón decía Katelyn que no se oía nada. Claro, antes empezaba yo a cantar y me seguía la loca de la habitación 5. Cuando se fue la loca esta empezaba yo a cantar y…. silencio. Como mucho una mirada de las americanas: AMAIA CALLA QUE ESTÁS COMO UNA PUTA CABRA Y VA A LLOVER.

Hay miradas a las que no les hace falta añadir palabras.

El cinco de mayo pusimos rumbo a España: Katelyn, Bailie y yo. La verdad que fue genial. Fue genial, amazing, porque sabíamos que volvíamos a Escocia. Que España está muy bien, pero el flat 6c de Stirling mola más. Y nada, por aquí estuvimos. Creo que lo dimos todo. Nos dejamos todas las energías: senderismo, fiesta, comida, turismo, más comida, más fiesta. Lo típico.

20150506_122921

Cómo las echo de menos 😦

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