Fin de semana de los inolvidables.
Fuimos a las Highlands. De verdad, la naturaleza puede ser terrible, pero cuando le da por ser maravillosa… Entonces solo nos queda admirarla. Y a ser posible con la boca cerrada, que hace un frío que pela. Al menos lo hacía el primer día. Aunque según el guía ha sido el mejor fin de semana que ha tenido desde el año pasado. La verdad es que los dos últimos días nos hizo un tiempo espectacular.
Empezamos el viernes de mala manera… Sin desayunar y empachadas por la noche anterior. Ah, y eso de dormir en el mini bus al principio fue imposible. Íbamos trece personas: dos alemanas, una china, un escocés, siete americanos y dos españolas. Irache y yo. Olé nosotras. Y olé la plaga de americanos: ¡están por todas partes!
Al principio nos llevaron a Glencoe. Sinceramente lo digo, hay que verlo antes de morir. Precioso es la palabra. Lo no tan precioso fue la caminata que nos pegamos. Vale, no estuvo mal, pero qué pereza, ¿no?
Eso sí, lo mejor del día, sin duda, fue la cena. Burritos (lo llaman tortilla – mi no entender) y dos buenas tortillas españolas. Que conste que no fue sugerencia nuestra. Fue sugerencia del guía. We promise. Pero somos unas máquinas, Irache. Decidido.
Eh, tú, Arguiñano. Primer aviso. Prepárate que llegamos dos nuevas cocineras pisando fuerte. Já.
Y nada, prontito a la cama que todos estábamos cansados. Aunque eso sí, antes de irse a la cama… A HACER PUZZLES! Hicimos uno chiquitín entre las dos y luego la rubiales me abandonó cuando me puse con un puzzle de mil piezas. Traidoraa! Al final tuvo que venir una americana a ayudarme. Pero nada, nada, como los críos. A los quince minutos ya estaba hasta las narices y las piezas estaban metidas en la cajita otra vez.
Y al día siguiente a pescar!!! Vaya mañana de sábado soleada que nos hizo. Nos fuimos en una barquita oxidadísima que yo pensaba que ni flotaba. Pero sí, sí que flotaba. Madre mía. Al pescador le tuve que parecer una tonta porque casi salto del susto cuando intentó ponerme un cangrejo-araña en la mano. Amigo pescador, todo lo que se parezca a una amazing spider, a mil kilómetros de distancia. Gracias.
¿Estamos locos o qué?
Aún me atreví a coger una estrella de mar pero porque casi no se mueven, ¿eh?
También fuimos al lago Ness. Es enorme! Normal que no encontraran a Nessie, pero no os preocupéis que Kara y yo la encontramos y no da nada de miedo. I promise!
Miradlaa!!! No da miedo ni na. Que la pillamos comiéndose un fish and chips. (Lo dicho, cualquier día nos mandan para España de una patada en el culito).
Y nada, ahí estuvimos… ¡hasta el puente de Harry Potter hemos visto! Por el que pasa el expresso a Hogwarts. Algún día me cartearan para ir… no pierdo la esperanza!
Se puede ver en las fotos…y es una realidad. Caras de dormidas todo el rato. Es lo que tiene dormirse en el bus cada dos por tres. Nos ponían música escocesa y gaitas y no sé qué más. Al principio estaba muy bien, era relajante, disfrutabas del paisaje, dormías… pero al final te empezaban a salir ansias asesinas… Pero todo con mucho love, ¿eh? Que el guía era estupendástico, amazing. Ajá.
Y el broche de oro al fin de semana lo puso la cena familiar. Esta vez las españolas nos hemos encargado de lo sano: ensaladitas. Ya era hora, que vaya fin de semana de excesos. Las americanas cocinaron una pasta que OH MY GOSH que amazing, maravilloso, estupendástico, awesome. Adiós a la dieta, vuelta a los excesos. Ya no aguanto ni medio día. Claro, a la hora de comer cayó un guiso de ternera que te caías para atrás. Cómo echo de menos esos guisos. Aquí todo a la plancha y ya. Que no hay tiempo ni ganas, ¿si o no?
Ah, y el postre. Oh my gosh el postre. Qué cosa. Lo hizo Chungmay y estaba delicioso! Algún día me casaré con estas mujeres para que me enseñen a cocinar así. Cuidadito Arguiñano, segundo aviso.
Pero algo de deporte también hacemos, ¿¿¿¿eh?????? I promise it. Bailie se ha comprado un frisbee y el pasillo es sitio peligroso estos días. Casi me cargo la lámpara. Don’t worry, nada que el loctite no pueda solucionar. Algún día nos echarán de aquí por petardas. Dicho queda.
Ahora ya queda centrarse en hacer toooodos los trabajos ya pero ya, que el tiempo se echa encima. Lo peor es que me toca entregarlos justo cuando mejor tiempo hace. Estos días Stirling está precioso. Con deciros que me fui en pijama a la estación a despedir a Irache a eso de las seis de la mañana y no pasé ni frío!
En fin, a estudiar toca. Voy a tener que conformarme con mirar las fotos de este maravilloso país. ¿He dicho ya que estoy enamorada de estos paisajes?
See you soon,
Amaia