NOS VAMOS A POLONIA!
Ya están compraditos los billetes… Solo nos queda encontrar un sitio donde dormir!!!!!! Poland, allá vamos!
Y eso caraqueso,
Que que malita estoy. He perdido la voz. Pero del todo. Me siento vacía. Algo así como cuando pierdo el móvil y las llaves en un metro cuadrado. Solo que cuando pierdo eso, generalmente hago un llamacuelga y zas, los encuentro. Ahora ni suplicando al karma recupero mi voz.
¿Qué me ha pasado? Muy sencillo, Spanish songs, pachangueo, desperados, tequila.. Un poquito de todo… Vamos…que llevamos dos noches imparables. Todo comenzó con la llegada de Isabel. Lo que iba a ser una noche tranquilita, dos cañas y a la cama, se convirtió en tres desperados, alguna caña más y al bar. Y porque a las doce cierran los bares, que si no, aún estamos ahí. Come on girls! Y sin voz, claro está. Amazing experiencia.
Y ayer.. pues ayer era jueves. Y aunque aquí estamos en un planeta extraterrestre (no tienen juevintxo), pues hubo que salir para enseñarles a esta gentuza que para mover caderas estamos nosotras. Dí que sí.
Y dijimos que sí a la cerveza, al kalimotxo, al tequila, al cointreau… Nada importante. Todo en pequeñas dosis, mamá. Lo prometo. Y digo pequeñas dosis porque por caridad entre bebedores sociales (somos personas awesome, ta’ claro), se nos ocurrió ofrecer kalimotxo (NO SABEN LO QUE ES. Señor, perdónales, no saben lo que se pierden). Y NOS QUEDAMOS SIN KALIMOTXO! Lo justo nos dio para taza y media de café (aquí pedir vasos es un lujo. Desayunamos y nos emborrachamos con las mismas tazas. Tranqui mamá que las limpio bien. Además, con eso de que el alcohol desinfecta, estamos prevenidas contra todo tipo de enfermedades). Vamos, que nos dejamos una pasta en mini vasos de alcohol en el bar. Que yo no sé que concepto tienen del beber… pero mini cubatas NO, gracias. Hay cubatas grandes pero somos pobres.
Pobres sí, pero bailamos que da gusto. Hasta tarareamos canciones en inglés. Vaya, blablablablabla, yeah, yeah, y poco más (Mamá, el inglés se aprende poco a poco. En un par de meses verás que chorretón de canciones inglesas voy a saberme).
Amazing life la nuestra.
Fui a step, en el que me puse como las profesionales (vaya, triple escalón – había que calentar para la noche). También la lié un poco. Digamos que me perdí ocho mil veces y que no le entendía nada a la mujer – fucking acento escocés- y que tiré un par de steps a suelo al ir a dejar el mío… y que me tropecé con unas pesas que había en el suelo. NO PASA NADA. LO IMPORTANTE ES PARTICIPAR. Después de eso nos calzamos los taconcillos y ale, a bailar en la disco. Y lo dimos todo. Yo al menos creo que perdí diez kilos, además de la vergüenza. Ah, y definitivamente perdí la imagen de chica callada y tímida.
Pues no me dijo un chaval que yo estaba UN POCO LOCA.
UN POCO LOCA.
A ver, ¿quién se ríe antes?
Vale que pudiera parecer tímida. Vale que te sorprenda verme bailar (hasta ahora con el rock irlandés no me daba para mucho meneo). Pero hijo mío, CÓMO PUEDES DECIR QUE ESTOY UN POCO LOCA?
Estoy como una puta cabra. Las cosas claras para entendernos (lo siento mamá, no volveré a decir tacos). Fucking life (perdón mamá, es que para un taco que tienen en inglés… Tengo que interiorizarlo). Es que bueno…digamos que llevaba mucho sin bailar. Y que me debo a mi público (jaja, no tranquilos. Nos subimos al escenario chiquitín que hay pero en la parte de atrás, donde no nos veían). Eso sí, fucking DJ. Vale, awesome trabajo. Pero jop.. digo, fucking boy tío. Si te pedimos una canción latina, no nos pongas el I’m a single lady. PORQUE NO. Y PUNTO.
Menos mal que había fotomatón…
Así que nada… A las tres y media a la cama (no les da para más) y a las nueve en clase sentadita y atenta. FUCKING LIFE (Qué responsable soy mamá). Y todo para estudiar arameo. Sí, ese extraño lenguaje del que os hablé el otro día que es todo rayas. Imaginaros mi careto de circunstancias. Ojerosa, resacosa (hasta las narices de los adolescentes del autobús que se creen con derecho a gritar un día post-juerga) y sin voz.
NI PICASSO SERÍA CAPAZ DE DESCRIBIR MI ASPECTO HOY.
PERO NO PASA NADA.
Lucía y yo íbamos a ir a zumba para espabilarnos pero nada… que nos hemos perdido la clase… Era antes de lo que pensábamos. Menos mal. No puedo con mis gemelos (tranqui mamá, no hay embarazo a la vista ni adopción ni nada), los tengo cargadísimos. ¿Solución? Siestaca a tope. Y cena del dominos. FUCKING, PERO AMAZING LIFE.
Mira que había preparado un pescadito con verduras para Isabel y para mí… Pero nada, que no hay manera de ponerse a dieta (dedicado a Nerea, que odia que rompa mi dieta todos los días con los pinchicos de tortilla). Quizá mañana. O quizá no.
Uf, difícil decisión. Tendré que negociarlo con la almohada. Será un monólogo interesante.
Ay, cómo cansa romper la dieta. Que dura es la vida del Erasmus. Voy a ver si me queda algo de chocolate. Que no mamá, que algo sí que me cuido:
See you soon,
Amaia