Vale, genial. Sí, es fantástico. Creo que nos van a conocer como las quemaresidencias, las fires, yo que sé… Pues a ver, os explico.. Resulta que en nuestra fantástica cocina hay un letrero en la puerta que dice que las puertas de las cocinas deben permanecer cerradas porque si no la alarma de incendio salta. Un aviso fantástico, maravilloso, amazing como dicen por aquí…
El problema viene cuando no le haces caso.
Así que aquí va lo que nos acaba de pasar hace escasos veinte minutos. Una servidora (osea yo, mi, me) estaba cocinando unas fantásticas, amazing, pechugas de pollo. Un poquito de aceite, ajo, tal cual… sonriendo y asintiendo… tal y cual… y nuestra fantástica y amazing puerta de la cocina estaba abierta. En mi favor he de decir que era la tercera en cocinar y que el humo no era todo mio (no fui yo mamá, fueron las circunstancias). Shit happens. Pues eso… que ahí estábamos todas cuando ha saltado la alarma… Y claro… la hemos oído y hemos cerrado la puerta de la cocina por si nos decían algo…
Una de mis compañeras de piso que pilota del tema pues se ha subido a una silla y ha intentado desconectarla. Yo a todo esto me estaba comiendo mis deliciosas pechugas de pollo (imaginaros que se enfrían o algo…) y partiendo el melón de postre. Así que la gente ha salido corriendo de sus pisos. Nosotras estábamos tranquilas. Vale, shit happens, pero si la alarma es falsa, es falsa. Pero nada, que nos han echado también…
Todo ha acabado con media residencia en el patio y un señor muy enfadado intentando mostrarse comprensivo con las «nuevas». También hay que reconocer que si fuésemos salmones tendríamos la etiqueta de salmones ahumados porque en el piso había humo por todos lados….
Así que nada, ya somos famosas. Alguno subía jurando (fuck, whaaaat?): palabras cariñosas supongo…Tras el rapapolvo del señor en el que los sorrys y el sonríe y asiente han estado a la orden del día, nos hemos vuelto arriba. Lo peor de todo es que CASI SE ME ENFRÍAN LAS PECHUGAS. Pero no. Amazing pechugas.
Y esto no es todo.
Ayer dije que iba a probar las fantásticas cervezas escocesas… Creo que solo tomamos alemanas, pero bueeeeeeeeeeeno, no seré yo quien rechace una cervecita fría (ya no tomo Frenadol mamá, ya puedo beber. I promise it). Pues después de jugar a un extraño juego para beber nos fuimos a un pub australiano. Manda narices, vengo a Escocia y como y bebo productos españoles, australianos y alemanes. Pero bueno, a lo que íbamos.
Tras un fantástico, amazing, miniconcierto de uno del grupo y tras un par de cervezas las chicas fuimos al baño y OH MY GOD. Encontramos la solución para esas terribles ondulaciones que aparecen en tu pelo, cuidadosamente planchado, cuando llevas dos horas bailando en la discoteca.
Sí! El equivalente a 1.25 euros para plancharte el pelo dos minutos. Oh dios, creo que ya no voy a poder vivir sin esto. PERO POR DIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS. En fin, sin comentarios. La vida puede ser fantástica, amazing, incluso con esto.
Al menos la vuelta a casa fue normal, o quizá no.
Quizá llevar un paraguas roto cogido del contenedor, un gorro de Guinness e ir saltando en todos los charcos no es muy normal, o quizá sí. Después de sobrevivir a un incendio inexistente y comer casi frías mis pechugas ya no puedo plantearme más dilemas existenciales.
See you soon,
Amaia