Bonito ejemplo he dado cocinando una tortilla… estaba buenísima, pero digamos que el darle la vuelta no es mi fuerte. Aún así, estoy orgullosa, les ha gustado! jaja
Y otro bonito ejemplo español en el extranjero es la canción de la cucaracha. Nada más saber que era española una de mis compañeras de piso se puso a cantar la cucaracha ya no puede caminar. Así que puedo afirmar que desde los diez primeros minutos de convivencia tenemos un himno oficial. No sabéis las risas que me echo escuchándoles cantar. La otra canción que les he tenido que enseñar (no fui yo, fue youtube) es la de la cabra Asunción. Entre la «puta cabra» y la «madre que la parió» tengo risas para un par de meses, U MÁS.
A ver a donde me llevan hoy… el otro día estuve en una fiesta americana. Sí, es tal como sale en las películas. Sin tanto lujo, claro, porque aquí los pisos pues son lo que son, para que engañarnos. Nadie baila, todos sentados y jugando a no sé que juegos para beber (yo no mamá, ese día aún estaba con el Frenadol. I promise it). Es genial ver las competiciones de bebida y habilidad entre americanas y escoceses. Otra vez me tocó sonreír y asentir. Si la gente pronuncia poco de normal, imaginaros borrachos! No, pero son un cielo.
De hecho, me han ayudado con mi ejercicio de radio. Tenía que hacer una presentación de un programa. Y voy yo y lo hago de rock (¿por qué no?), Teniendo en cuenta que no tengo ni idea de rock ni de música heavy, no va tan mal. Tendríais que verlas enseñándome a pronunciar algunas palabras. Espero que no las pronuncien de manera muy distinta a como lo hacen los escoceses porque mañana no quiero que la profesora se ría de mi inglés chancla pamplonica de influencias americanas.
Bueno, ahora que ya no tomo el Frenadol (estoy hecha un «torou» como dice alguna por aquí), me voy a disfrutar de una de esas fantásticas cervezas escocesas que aún no he probado 🙂
Os dejo algunas fotos de lo que se ve por mi ventana y del campus de la universidad.
See you soon,
Amaia